He vagado por diferentes caminos en esta vida terrenal. Algunos me han conducido a las tinieblas, otros a los mares de aguas tranquilas. Pero durante estos años no he estado sola, como creía.
Hay y habido un protector, que aunque no estuviera a mi vista, estaba junto a mí. Sin poder percibir ese aroma ni poder sentirlo cerca como hubiera deseado, el estaba cerca, quizás mucho más cerca de lo que yo hubiera sabido;j en mi pensamiento.
Una sombra, un destello, una brisa veraniega acariciándome la cara...el sol cegándome los ojos, y cual mi sorpresa que al tener los ojos cerrados era cuando más cerca notaba la palpitación y respiración de ese ser...misterioso, extraño pero impregnado de una fragancia que solo yo podía percibir.
Ahora sé, que cada día al despertarme, al abrir los ojos, siento que no estoy sola. Su aroma me persigue a cada paso. Por me siento tranquila esté donde esté.